XXXVII Jornadas Generales de Apostolado Seglar

22.10.2016 10:00

Con la participación de representantes de veinticinco diócesis y diecisiete movimientos, se han realizado en el Colegio Mayor Mendel de Madrid, del 22 al 23 de octubre las XXXVII Jornadas de delegados diocesanos y presidentes o representantes nacionales de asociaciones de fieles cristianos laicos.

Han participado además el obispo presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS), Mons. Javier Salinas Viñals, y los integrantes de la misma, los obispos de Canarias y de Bilbao, D. Francisco Cases y D. Mario Iceta, así como el director del secretariado de la Comisión, D. Antonio Cartagena Ruiz, quien abrió las deliberaciones con una intervención recordando la importancia de la realización de estas Jornadas.

El presidente de la CEAS, Mons. Javier Salinas Viñals inauguró las Jornadas afirmando que promover el apostolado seglar es un trabajo prioritario y una tarea antigua el impulsarlo y ayudarlo. La CEAS es una caja de resonancia pero es en las diócesis donde se realiza la labor principal y una diócesis no está enteramente constituida hasta que logra un laicado bien formado y con trabajo compartido. Hay que saber aprovechar lo que ya se tiene. El papa Francisco ha alertado de una mentalidad clerical. Es necesario construir espacios con características novedosas así como abrir horizontes y pensar caminos.

La médico catalana foniatra Dña. Cori Casanova pronunció la primera ponencia con el título "Laicos en un tiempo nuevo". Según ella: "Los jóvenes solo reconocen aquello que tiene coherencia. Debemos ganar la credibilidad cada día”. Alertó sobre el contra-testimonio del cristianismo de doble moral y reafirmó que: “necesitamos un equilibrio entre emoción y razón. Abramos las puertas sin poner muchas condiciones a quien quiere pasar por esa misma puerta. Es necesario pensar a veinticinco años vista.  El Papa Francisco valora la belleza de nuestro mundo. Queremos una Iglesia más fiel al mundo. El problema es ser creativo y no el ser minoría. Uno de nuestros retos es ser símbolos. Hemos de construir procesos nuevos y para eso es preciso verdad, tiempo y amor” y recordó que “no hay anuncio sin testimonio de vida".

La segunda ponencia fue del profesor de Filosofía D. Agustín Domingo Moratalla con el título "Del laicado militante al laicado digital. Desafíos éticos y culturales". Según el prof. Moratalla,  “a la acción católica le falta pasión católica y el futuro pasa por dar argumentación sólida. Debemos reflexionar “¿con qué pasión hacemos lo nuestro? Hay que ofrecer argumentos y propuestas de calidad. Testimonios de convicciones. Y es necesario ofrecer 'productos de calidad'.           
Las coordenadas de participación han cambiado y la participación es más leve. Hoy, en la expresión de Francisco, hay una ética líquida. Falta pues una ética  sólida y esta ética necesita abnegación con lucidez. Hay “una tumoración cultural cancerosa” que es provocada por una instrumentalización de los procesos”.
Reiteró que “nuestro horizonte hoy es un horizonte digital.
El Humanismo está cuestionado y superado.                             
Hoy sin evangelización digital no se hace nada. El futuro pasa por los máster de la evangelización digital. Hay que introducirse en el mundo digital y hay que sintonizar con la cultura digital.      
Hay que evitar tanto la “positivación”  de la moral como también la “psicologización” de la moral. ¿Cómo sanear la vida pública? Procurando la participación. No hay que tener miedo a la política y a la militancia política sin diseño clerical, y es necesario tener el don para lo gozoso”.

Por la tarde tuvo lugar una  mesa redonda de experiencias de compromiso en el ámbito social, político  y cultural-educativo. La ex presidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez expresó que antes de su ingreso en Manos Unidas, "era cristiana porque no me quedaba más remedio, y en Manos Unidas descubrí cómo es la Iglesia en su totalidad y no solo por fuera”.
Francisco Ramírez,  responsable de jóvenes de Acción Católica General y político afiliado al PSOE en Yepes, afirmó que: "como cristiano he aceptado mi compromiso con la política local. Un cristiano debe formarse para actuar en política, llevando a Cristo a todas partes, siendo coherente con su fe y consigo mismo. Es importante que si estás en un partido pongas por delante tu identificación con Dios. Os invito a que acompañéis a quienes quieran entrar en política con un pensamiento crítico. Hace falta cristianos en política y políticos cristianos".
Camino Cañón de la Institución Teresiana hizo un resumen de la vida de San Pedro Poveda y de las ideas principales del Fundador que la llevó a encontrar en ese carisma el lugar propio donde verificar y vivir cómo Fe y ciencia hermanan bien. Asimismo cómo ha querido desde su servicio en la presidencia del Foro de Laicos promover caminos de encuentro y de comunión.

Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, obispo de Bilbao y Presidente de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la CEAS tuvo a su cargo la ponencia de la tarde con el título  "La familia, ser y misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia”.    Hizo un resumen de la Exhortación Amoris Laetitia mostrando “que los desafíos de la familia son los mismos desafíos de la sociedad. Hoy en día la gente y la sociedad vive como  encerrada en sí misma. Existe una cultura de lo provisorio y del consumo y se favorece una mentalidad antinatalista y de salud reproductiva.       
La familia es el gran antibiótico contra los gérmenes que hay en la sociedad. Es en la familia donde se aprende a querer. El matrimonio es un don de Dios.
El Papa dice que hay que mirar a Jesús y ver como EL nos ve. Y enseña que hay tres etapas de la historia de la salvación: el proyecto originario, la realidad marcada por el pecado,  y la nueva creación en Cristo. Es Jesús quien recupera y lleva a su plenitud el proyecto divino.  
En la familia humana, reunida en Cristo, está restaurada la imagen y semejanza de la Santísima Trinidad.       

Recordó que  “La Alegría del Amor, señala que la mirada de Cristo cuya luz alumbraba a todos, inspira el cuidado pastoral de la Iglesia hacia los fieles y pide para ellos la conversión, les infunde valor para hacer el bien y para caminar hacia EL. 
También el documento trata del amor en el matrimonio, amor que se vuelve fecundo.
Las grandes patologías de hoy del matrimonio son de diálogo.
Los sentimientos cambian. Pero si se puede tener un proyecto común estable.
La acción social de la Iglesia nace en la familia. Es en la familia en donde se aprende a compartir. El amor abre las puertas a las necesidades de los demás. El amor da luz y es en la familia donde se aprende a amar”.

Recordó la importancia de la parroquia “que debe ofrecer todo a todos. La parroquia es familia de familias y comunidad de comunidades Es necesario el acompañamiento que levante  preguntas como ¿de qué manera participas en la vida de la Iglesia o cómo estás ante Dios?”.     Además que nadie está excluido de la Iglesia, y la importancia  de discernir e integrar cada caso y ver como la familia es un camino que el Señor utiliza para llegar, incluso a la unión mística.

Hubo diversas intervenciones de los participantes al finalizar cada una de las charlas, señalando entre otras ideas que "el acompañamiento a los laicos es muy importante”, “hay  una carencia que se torna indispensable subsanar: el acompañamiento tanto personal como el  comunitario". También se ha recordado en otra intervención “que el destino de los pobres se resuelve en la política y la economía”. Y que ha habido por parte de militantes cristianos un abandono de la participación y en el deseo de influir en la política”; “el trabajo sigue siendo factor de cohesión social pero no lo hay y este es el gran fracaso de la economía y de la política”. “Es necesaria una forma y una mirada nueva a la hora de asumir los retos”.

El domingo después de la Eucaristía que presidió Mons. Salinas Viñals y concelebró Mons. Francisco Cases, D. Jesús Sanz Abad profesor de Antropología Social en la Universidad Complutense de Madrid pronunció  una ponencia sobre "La presencia del laicado cristiano en la realidad sociopolítica actual". El ponente presentó algunos de los retos que tenemos como sociedad y el papel que puedan jugar los cristianos en el momento actual, partiendo de un análisis de la realidad social. Teniendo en cuenta además  una concepción amplia de lo político que va más allá del ámbito de lo estrictamente institucional y de los partidos. Reflexionó sobre los diferentes espacios de actuación existentes que tenemos en lo cotidiano, así como sobre algunas iniciativas concretas que desde la Iglesia se pueden lanzar ante los retos actuales. Llamó la atención sobre la escasez de espacio de reflexión sobre la espiritualidad cristiana y la dimensión sociopolítica y el asumir que la experiencia cristiana no se acaba en el plano íntimo o interpersonal. Llamó la atención a que se haga frente a la crisis ecológica de diversos modos y se responda generando mecanismos de cohesión social frente a una sociedad que se ha tornado más desigual tras la crisis económica.

Se pusieron luego  en común diversas respuestas a los retos formulados en cada una de las ponencias y se realizó la evaluación de las Jornadas, que finalizaron con la intervención del obispo de Canarias, Mons. Francisco Cases, quien dirigió unas palabras de estímulo y agradecimiento a los participantes por la calidad de sus intervenciones. Así mismo felicitó a los ponentes y participantes de la mesa redonda de testimonios.  

D. Francisco recordó la Exhortación Apostólica Christifideles Laici que enseña  algo que sigue teniendo vigencia en nuestros días. Dos tentaciones a las que no siempre han sabido sustraerse los laicos en la Iglesia: la tentación de reservar un interés tan marcado por los servicios y las tareas eclesiales, de tal modo que frecuentemente se ha llegado a una práctica dejación de sus responsabilidades específicas en el mundo profesional, social, económico, cultural y político; y la tentación de legitimar la indebida separación entre fe y vida, entre la acogida del Evangelio y la acción concreta en las más diversas realidades temporales y terrenas”. Como faltan sacerdotes para subsanar un problema, hacemos un “súper seglar” que ayuda en el ministerio del sacerdote pero nos olvidamos de las realidades específicas de la actuación del laico. Llamó la atención de los participantes de las Jornadas por el hecho de que la inclusión del tema de la Familia en el programa de las mismas, no ha sido solo por la cercanía de los dos Sínodos que el Papa convocó sino por estar incluida en el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia. La familia tiene una perspectiva de acción social y ya el papa Francisco lo dijo en Cuba: la familia no es el problema, es la solución.  Reiteró la felicitación y el agradecimiento a los organizadores.

                                                                                  Madrid, 23 de octubre de 2016


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